Niños zurdos.

Un niño zurdo es una persona, que necesita escribir con la mano izquierda por propia naturaleza. .Las dificultades con las que se encuentran estos niños son muchas; por ejemplo, dificultades mecánicas en cuanto a la no adaptación del material, como son pupitres o bolígrafos; o dificultades fisiológicas, debido a que su biomecánica al escribir es diferente a la de un niño diestro. Aparentemente, no hay adaptación para estos niños en lo que a enseñanza se refiere, puesto que un niño zurzo debe aprender grafías cuyo diseño está pensado para niños diestros, con lo que el aprendizaje de la escritura es mucho mas complicada para ellos. Un niño diestro escribe desde sí mismo, hacia fuera. Un niño zurdo escribe desde fuera hacia sí mismo, y debe adquirir posturas totalmente antinaturales a la hora de hacerlo, en lo que se refiere, por ejemplo, a la manera de utilizar la herramienta de escritura. Debe ejecutar una postura incómoda que causaría los bloqueos correspondientes de sus dedos, mano, muñeca ,codo o brazo, dando lugar a malas posturas y a un sobresfuerzo, y por tanto, gran estrés, añadido esto a limitaciones en la actividad grafomotora.

Teniendo en cuenta todo lo expuesto hasta el momento, un niño zurdo, al escribir con su mano izquierda, tendría más activo, y por tanto desarrollaría más, su hemisferio derecho de lo que lo haría un niño diestro que escribe con su mano derecha. El resultado de esto es que los niños zurdos serían más perceptivos y sensibles que un niño diestro, si bien es cierto que hay niños diestros con estas características. Por lo tanto, una actividad como la propuesta ayudaría a disminuir su estrés, y resultaría en  una concreción de su hiper sensibilidad y creatividad, puesto que podrían plasmar en lo material de una actividad o juego creativo su potencial, generando de este modo algo tangible en lo que traducir esas capacidades abstractas. A esto se le añadiría la sensación de ecuanimidad a la hora de interactuar con otros niños, puesto que como se remarcó anteriormente, dentro de las aulas la dificultad que afronta en el aprendizaje un niño zurzo es, sin duda, mayor. Sumar a lo explicado, el hecho de que en el imaginario del teatro “todo es posible”, es decir, se puede, por ejemplo, abrir una puerta imaginaria con la mano izquierda, se puede comer, cocinar, pintar o escribir con esta mano, o incluso se puede escribir en “espejo”, lo que supondría un incentivo y un aumento de la autoestima en estos niños.

Niños con dislexia.    

La dislexia ha sido y sigue siendo considerada una disfunción, por lo que las dificultades que están asociadas a la misma, han dado como resultado que muchos niños hayan sido tratados como “no normales”, con lo que ello conlleva.

Tomando como referente el trabajo del Sr. Ron D..Davis, “El don de la dislexia”, parece ser que, efectivamente, quienes padecen dislexia son “no normales”, pero por “tener un don”, que sería “tener una forma diferente de percibir y de aprender”.

Mucho se ha dicho, escrito o investigado a cerca de los síntomas de la dislexia, pero lo que no parece ser tan conocido es el hecho de que no sólo no es una incapacidad, sino un “don”, entendiendo don como una capacidad que otros no poseen.

Se conocen ejemplos de personajes famosos que padecían dislexia, como por ejemplo Albert Einstein, Thomas E. Edison, Leonardo da Vinci o Alexander Graham Bell, entre otros y la pregunta que muchos se hacen es:”¿ Cómo es posible que estas personas fueran genios inventores a pesar de su dislexia?”. A juzgar por el trabajo anteriormente referido de Ron D. Davis, parece ser que estas personas eran genios “debido a” la dislexia.

¿Por qué? Porque aparentemente, (aunque no todas las personas con dislexia portan estas aptitudes), las personas con estos síntomas tienen algunas funciones mentales en común que podrían considerarse como habilidades, a saber: pueden alterar o crear percepciones, son muy conscientes de su entorno, son más curiosos que el promedio de personas, piensan mayoritariamente con imágenes y no con palabras, son muy intuitivos y perspicaces, piensan y perciben utilizando todos los sentidos, pueden experimentar el pensamiento como realidad y tienen una gran imaginación.

Estas habilidades naturales, siendo implementadas y no suprimidas por una educación inadecuada, darían como resultado “personas más inteligentes que la media con una gran capacidad creativa”.

He aquí, el por qué niños con este diagnóstico podrían encontrar en la propuesta del teatro bilingüe, con las características expuestas anteriormente, una alternativa para mantener, e incluso potenciar dichas habilidades, puesto que todas ellas pueden emplearse en el teatro; no sólo para sí mismos, sino para aportar riqueza al grupo, por lo que además de trabajar en equipo con otros niños, existiría un retro feedback. Ellos aportarían sus capacidades, las potenciarían y además se sentirían reafirmados por ello, con lo que su autoestima se vería reforzada.